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La educación socioemocional es un componente crucial en la formación integral de todas las personas, ya que promueve el desarrollo de habilidades emocionales y sociales necesarias para afrontar los desafíos de la vida. 

En un mundo cada vez más interconectado, donde las habilidades emocionales y sociales son tan importantes como las habilidades cognitivas, esta disciplina se erige como un pilar fundamental en la formación de personas equilibradas y resilientes.

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¿Qué es la educación socioemocional?

La Educación Socioemocional es el proceso mediante el que las personas desarrollan las competencias que les permiten reconocer y gestionar sus emociones, establecer y mantener relaciones constructivas basadas en la empatía, el entendimiento y la colaboración, así como tomar decisiones responsables y sostener una conducta ética¹.

Cuando hablamos de educación emocional nos referimos a un proceso de aprendizaje continuo a través del cual podemos incorporar en nuestra vida, una serie de actitudes, habilidades, conocimientos y valores que nos permiten:

• Conocernos a nosotros mismos.
• Regular nuestras emociones y conducta.
• Comprender al otro de manera empática, de ver a los otros y tomar la perspectiva de los demás.
• Establecer interacciones de colaboración, atención y cuidado.
• Tomar decisiones conscientes, responsables y de manera autónoma.

Estas habilidades nos permiten cultivar 5 competencias socioemocionales (CSE) fundamentales:

1. Autoconocimiento: Entender nuestros pensamientos, emociones, acciones, fortalezas, limitaciones y potenciales. Conocernos a nosotros mismos.
2. Autorregulación: Regular nuestras emociones y conducta para alcanzar una meta en particular.
3. Empatía: Establecer relaciones comprensivas con otros, apreciando y entendiendo sus perspectivas.
4. Colaboración: Escuchar, comunicarnos y resolver conflictos para alcanzar objetivos comunes, fomentando interacciones basadas en la atención y cuidado mutuo.‍
5. Toma de decisiones: Aprender a decidir de manera que tenga sentido y se sienta bien, considerando tanto la racionalidad como las emociones, el contexto y el bienestar de los demás.

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La importancia de la educación socioemocional en la primera infancia

La educación socioemocional durante la primera infancia es crucial para el desarrollo emocional y social futuro. Enseñar a los niños y niñas a identificar y regular sus emociones desde temprana edad les proporciona herramientas para gestionar mejor los retos que enfrenten.

Establecer una base sólida durante la primera infancia es fundamental para cultivar habilidades sociales, emocionales y ejecutivas que influyen directamente en el éxito académico, profesional, así como en la salud y la satisfacción personal a lo largo de la vida.

Múltiples investigaciones demuestran que la introducción de programas de educación socioemocional en las escuelas y en los Centros de Atención Infantil (CAI) pueden contribuir significativamente al aprendizaje, la salud mental y al bienestar de los niños y niñas, además de disminuir la brecha de desigualdad². 

El aprendizaje socioemocional (ASE) es particularmente importante en la primera infancia (0 a 6 años) por las siguientes razones:

• Etapa crucial para el desarrollo. La etapa del desarrollo comprendida entre el nacimiento y los seis años es determinante para el desarrollo cerebral y las capacidades cognitivas, emocionales y sociales de los niños y niñas. Invertir en la educación socioemocional de los preescolares tiene un retorno de hasta 11 a 1 por USD³.
• Existen factores de protección para un sano desarrollo que la escuela puede proveer⁴. Si los infantes y preescolares crecen en ambientes seguros, generan relaciones de apego seguro y tienen un correcto desarrollo en sus funciones ejecutivas y competencias socioemocionales, esto tiene un impacto positivo en la adultez, reduciendo problemas de salud, criminalidad e insatisfacción, e incrementado el estatus socioeconómico. Aun viniendo de ambientes violentos, los niños y niñas no están determinados a ser violentos y se benefician de cuidadores secundarios amables y con competencias socioemocionales.
• Las competencias socioemocionales zanjan la brecha entre valores y conducta, facultando a las personas a actuar en concordancia con sus valores y ser capaces de mostrar buen carácter y ciudadanía.

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Los entornos protectores ayudan a los niños y niñas a prosperar

Los niños y niñas expuestos a la violencia y el maltrato no están destinados a ser adultos violentos, las relaciones afectuosas y confiables con educadores y cuidadores pueden cambiarlo todo.

En México, 1 de cada 2 niños y niñas vive en la pobreza y para sexto de primaria, el 60% presenta rezagos educativos en la escuela. La brecha educativa alimenta los ciclos de desigualdad y violencia. Es urgente romper estos ciclos a través de la educación.

Las y los educadores se enfrentan a este enorme reto y además deben lidiar con su propio estrés y emociones, así como las de sus estudiantes. Sin embargo, muchos no cuentan con las herramientas y capacidades necesarias para hacerlo.

Necesitamos adultos mental y emocionalmente sanos que proporcionen relaciones y entornos de apoyo consistentes y afectuosos para que las niñas y niños prosperen y florezcan.

Adultos que pueden MODELAR el Aprendizaje Socioemocional (ASE).

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El papel de los adultos en la primera infancia

Los educadores y los padres son clave para proporcionar relaciones de apoyo y cuidado consistentes y entornos nutritivos. Pueden actuar como un factor protector de las experiencias adversas de la infancia.

Incluso antes de la pandemia, el estrés y el agotamiento de los educadores eran omnipresentes y graves en todo el mundo y, en particular, en México⁵:

El 90% se sentía agotado o estresado en 2019.

Durante la pandemia de COVID-19:

• El 52% de prevalencia de agotamiento (burnout) en los educadores
• ¡Más que para los cuidadores de la salud!
• El 90% de los educadores sentían mayores exigencias
• El 70% expresó no tener apoyo emocional o psicoloógico.

Existe la necesidad de proporcionar a los educadores de la primera infancia y a los sistemas escolares Programas de Aprendizaje Socioemocional (ASE) que sean factibles, aceptables, eficaces y escalables.

Si no ayudamos a los adultos a desarrollar sus propias competencias socioemocionales y bienestar, los esfuerzos dirigidos únicamente a los niños, niñas y jóvenes serán insuficientes.

Por ello, desarrollar las Competencias Socioemocionales (CSE) de educadores es la estrategia para desarrollar las competencias socioemocionales de los estudiantes, rompiendo el ciclo de pobreza y desigualdad:

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¿Cómo se puede implementar la educación socioemocional en el ambito escolar?

AtentaMente Consultores ha desarrollado, implementado y evaluado un programa de Aprendizaje Socioemocional (ASE) sistémico, basado en evidencia, sostenible y escalable para educación inicial y preescolar titulado: Educar para el Bienestar (EpB).

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PROGRAMA EDUCAR PARA EL BIENESTAR (EpB)

• Es una propuesta sistémica de Aprendizaje Socioemocional (ASE) para educación inicial y preescolar.
• Es un programa de formación docente que empodera a los adultos de la comunidad educativa para promover el bienestar de las niñas y los niños.
• Educar para el Bienestar (EPB) involucra la participación de todos los actores de la comunidad educativa, tiene como objetivo contribuir al bienestar de la comunidad educativa y al desarrollo integral de niños y niñas de educación inicial y preescolar a través de un programa de formación en competencias socioemocionales sistémico, basado en evidencia, sostenible y escalable.‍
• Es una intervención de aprendizaje socioemocional para toda la escuela, basada en la capacitación y contemplativamente informada.‍
• Tiene como objetivo mejorar las competencias socioemocionales y el bienestar de los educadores, así como los resultados socioemocionales y académicos de los estudiantes.‍
• Consiste en 3 componentes principales: ‍
  • Desarrollo profesional
  • Currículo de Aprendizaje Socioemocional (ASE)
  • Formación en liderazgo

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PRINCIPALES OBJETIVOS

Capacitar a profesionales de la educación (docentes, directivos, ATPs, agentes educativos y supervisores) para:

• Desarrollar sus propias competencias socioemocionales con el fin de mejorar su desempeño docente, el clima del aula, sus relaciones interpersonales, el cuidado y el aprendizaje de las niñas y niños, así como para promover su propio bienestar.
• Implementar estrategias para promover el desarrollo socioemocional de sus estudiantes en el salón de clases.
• Implementar estrategias para integrar el aprendizaje socioemocional a la cultura escolar con una visión sistémica.
• Crear capacidad local a través de formar un grupo de liderazgo que pueda planear, implementar y mejorar estrategias para promover el aprendizaje socioemocional con una perspectiva sistémica en su escuela y comunidad (municipio o estado).
• Asesorar y acompañar a los profesionales de la educación que conforman el grupo de liderazgo para que implementen efectivamente el programa de aprendizaje socioemocional (ASE) y que los docentes y niños y niñas desarrollen competencias que contribuyan a su bienestar y a sostener una conducta ética.
• Evaluar para la mejora continua y para contribuir con la ciencia de la educación a través de alianzas con instituciones nacionales e internacionales.

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ALCANCES DEL PROGRAMA A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO

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COMPONENTES

Educar para el Bienestar (EPB) es un programa conformado por cuatro componentes que permite avanzar en ese proceso de manera gradual y efectiva.

1. Taller introductorio (presencial)
2. Curso en línea (3 módulos)
3. Formación de grupo de liderazgo
4. Acompañamiento a la implementación sistémica

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En el ámbito educativo, en AtentaMente:

1. Hemos desarrollado, implementado y evaluado programas de aprendizaje socioemocional (ASE) para profesionales de la educación, padres de familia, jóvenes, adolescentes, niños y niñas.
2. Hemos capacitado a más de 75,000 profesionales de la educación presencialmente y en línea en todo el país.
3. Participamos en el desarrollo del currículo de Competencias socioemocionales para Educación Básica, Educación Media Superior y las Escuelas Normales.
4. Hemos publicado ocho libros de aprendizaje socioemocional para niño, niñas y adultos como: Educar desde el Bienestar, Guía para padres. El desarrollo socioemocional: La base del bienestar, entre otros.
5. Contamos con más de 60 instructores certificados en la República Mexicana.
6. Somos miembros de Karanga, la alianza global para el aprendizaje socioemocional, y tenemos alianzas con universidades e instituciones académicas de alto prestigio tanto nacionales como internacionales.

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¿Te gustaría implementar nuestros programas de educación socioemocional en tu escuela? Conoce más

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¿Te gustaría comenzar a desarrollar habilidades socioemocionales para la escuela y la vida?

En el siguiente manual hemos organizado estas actividades y reflexiones para que las realices a lo largo de quince días. 

Si realizas las reflexiones y actividades que proponemos, estarás fortaleciendo lo que llamamos el ABCD del bienestar emocional: Atención, Bondad, Claridad y Dirección. De acuerdo con la neurociencia, fortalecer estos factores mentales y emocionales te ayudaraá a tener relaciones sanas con otros, a ser más resiliente y a florecer. 

Además, son los cimientos para desarrollar habilidades socioemocionales como el autoconocimiento, la autorregulación, la empatía, la colaboración y la toma responsable y ética de decisiones.

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¿Te gustaría ayudarnos a construir más historias de bienestar?

Con tu donación, abonas al bienestar de miles de personas, aportas para una comunidad que impulsa diversas iniciativas para promover herramientas para docentes, estudiantes, familias, trabajadores de la salud, entre otros.

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¹ Colaboración implica escuchar, comunicarnos efectivamente y resolver conflictos para lograr objetivos compartidos, fomentando interacciones basadas en atención y cuidado mutuo.
² Durlak, 2011; Taylor, Oberle, Durlak & Weissberg, 2017
³ Harvard Center for Child Develpment, 2019; Phillips, D.A., & Shonkoff, J.P. (Eds.). 2000; Belfield, C. et al 2015.
⁴ Harvard Center for Child Development, 2019; Shonkoff, J. P. et al. 2012; Phillips, D. A., & Shonkoff, J. P. (Eds.). (2000); Young, M.E. (Ed.). (2002).
⁵ INEE, 2019; Ozamiz-Etxebarria et al, 2023; Andrade-Oliveria et al, 2021

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